CAPÍTULO 8
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CAPÍTULO 8
Capítulo 8.
-Bueno, me tengo que ir- dijo Sangui
-Como quieras, te ayudo a bajar?- preguntó Andrew señalando la ventana.
-No, gracias, aún esta activo el Castigo Ágil-.
-Como quieras-.
-Por cierto, mi padre ha organizado una aventura para nosotros dos. Va a durar todo el día así que trae comida y dile a tus padres que no te esperen para cenar. Si acabamos muy tarde puedes quedarte a dormir a mi casa-.
-¿En serio es tan intensa?- preguntó Andrew
-Mas de lo que te imaginas…-.
-Bueno, mis padres me dejan hacer lo que quiera con tal de que salga un poco, así que no hará falta ni que se lo pregunte-.
-Bueno, quedamos mañana por la mañana a las 8 en el Zaap de la Mililameda, ¡Adiós!-.
Sangui, de un salto, llegó hasta el piso de abajo, y con una velocidad asombrosa fue esquivando todos los árboles que había en su camino.
Andrew volvió a la cocina y cenó junto a sus padres. Al acabar, volvió a su cuarto y se metió en la cama. Se durmió en seguida.
Esa noche tuvo pesadillas. Él tenía una alas gigantes de color rojizo en la espalda, y estaba sentado en un trono en un habitación gigante de color negro. Una multitud espantosa de gente estaba a sus pies arrodillada. Estaba claro que en ese sueño Andrew era el líder de una banda. Aquella gente, era gente corriente, excepto por un detalle, que no era pequeño precisamente. Todos ellos tenían alas de color rojo. Un color rojo intenso, pero no todas tenían el mismo tamaño. Unas eran muy grandes, otras apenas eran unos pequeños brotes en la espalda…
-Levantaos Brakmarianos- decía Andrew a toda la comitiva.
Toda la gente te levantó enseguida.
-Como todos sabéis, las guerras con Bonta están en un momento memorable.- dijo Andrew. Al decir Bonta todas las caras de la gente que había en la cara expresaron asco.
-La cifra de asesinatos a los seguidores de la otra alineación ha ascendido, y los prismas Brakmarianos ocupan casi todo el espacio del Mundo de los Doce. No obstante, unos espías que tenemos trabajando en Bonta me han contado personalmente que se está planeando una rebelión. He estado pensando detenidamente y he llegado a una conclusión. Formaremos un ejército y desde las mismas fronteras de Brakmar partiremos hacia Bonta. Probablemente ellos nos esperarán ese ataque. Por lo tanto tendrán poco tiempo para planificarse. Al llegar allí no quiero compasión.
¡Matadlos a todos!-.
Andrew terminó esa frase con un grito. Todos los Brakmarianos gritaron enloquecidos levantando sus armas. Desde luego, los Brakmarianos no iban en broma.
-Bueno, me tengo que ir- dijo Sangui
-Como quieras, te ayudo a bajar?- preguntó Andrew señalando la ventana.
-No, gracias, aún esta activo el Castigo Ágil-.
-Como quieras-.
-Por cierto, mi padre ha organizado una aventura para nosotros dos. Va a durar todo el día así que trae comida y dile a tus padres que no te esperen para cenar. Si acabamos muy tarde puedes quedarte a dormir a mi casa-.
-¿En serio es tan intensa?- preguntó Andrew
-Mas de lo que te imaginas…-.
-Bueno, mis padres me dejan hacer lo que quiera con tal de que salga un poco, así que no hará falta ni que se lo pregunte-.
-Bueno, quedamos mañana por la mañana a las 8 en el Zaap de la Mililameda, ¡Adiós!-.
Sangui, de un salto, llegó hasta el piso de abajo, y con una velocidad asombrosa fue esquivando todos los árboles que había en su camino.
Andrew volvió a la cocina y cenó junto a sus padres. Al acabar, volvió a su cuarto y se metió en la cama. Se durmió en seguida.
Esa noche tuvo pesadillas. Él tenía una alas gigantes de color rojizo en la espalda, y estaba sentado en un trono en un habitación gigante de color negro. Una multitud espantosa de gente estaba a sus pies arrodillada. Estaba claro que en ese sueño Andrew era el líder de una banda. Aquella gente, era gente corriente, excepto por un detalle, que no era pequeño precisamente. Todos ellos tenían alas de color rojo. Un color rojo intenso, pero no todas tenían el mismo tamaño. Unas eran muy grandes, otras apenas eran unos pequeños brotes en la espalda…
-Levantaos Brakmarianos- decía Andrew a toda la comitiva.
Toda la gente te levantó enseguida.
-Como todos sabéis, las guerras con Bonta están en un momento memorable.- dijo Andrew. Al decir Bonta todas las caras de la gente que había en la cara expresaron asco.
-La cifra de asesinatos a los seguidores de la otra alineación ha ascendido, y los prismas Brakmarianos ocupan casi todo el espacio del Mundo de los Doce. No obstante, unos espías que tenemos trabajando en Bonta me han contado personalmente que se está planeando una rebelión. He estado pensando detenidamente y he llegado a una conclusión. Formaremos un ejército y desde las mismas fronteras de Brakmar partiremos hacia Bonta. Probablemente ellos nos esperarán ese ataque. Por lo tanto tendrán poco tiempo para planificarse. Al llegar allí no quiero compasión.
¡Matadlos a todos!-.
Andrew terminó esa frase con un grito. Todos los Brakmarianos gritaron enloquecidos levantando sus armas. Desde luego, los Brakmarianos no iban en broma.
Re: CAPÍTULO 8
woo va exelente la historia sebastian pero una pequeña sugerencia si pudieses agregarle algunas fotos de los hermosos lugares que describes seria exelente un video seria fenomenal jejeje bueno un pequeño comentario lo dejo a tu criterio xd
Re: CAPÍTULO 8
LOL don treus tanta estona per inventarte aixo XD
TRaduccion
LOL de donde sacas tanto tiempo para hacer esto XD
TRaduccion
LOL de donde sacas tanto tiempo para hacer esto XD
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